El lunes 11 a primeras horas de la mañana una turbonada se abatió sobre el departamento de Paysandú, con vientos de hasta 120 km/h, provocando importantes daños en fincas y vía pública, principalmente en la capital departamental y la ciudad de Guichón y zonas aledañas.
Como consecuencia de este fenómeno climático, la red de energía eléctrica sufrió graves afectaciones que determinaron la interrupción del servicio a 29.500 clientes de ese departamento. Paysandú fue el punto más afectado del país, aunque no el único.
Inmediatamente se puso en práctica el protocolo de actuación ante estas contingencias, que prioriza la mitigación de riesgos derivados de la caída de postes, columnas y líneas eléctricas y la evaluación de daños, al tiempo que se respaldaron los servicios esenciales (OSE, Hospital de Guichón, Planta de ANCAP). En una primera instancia se comprobó que había al menos 26 líneas de Media Tensión (MT) y Subtrasmisión dañadas en la zona.
Las localidades más afectadas fueron Paysandú Ciudad, Tres Quintas, Porvenir, Casa Blanca, Piedras Coloradas, Orgoroso, Menafra, Paso de los Mellizos, Rolón, Sarandí de Navarro, Merinos, Morató, Piñera, Guichón, Constancia, Lorenzo, Geyres, Queguay, Paso de Carros, Chapicuy, Paso del Parque y Daymán.
Próximo a las 17:30 del lunes se había alcanzado una reposición del orden del 47% de los servicios interrumpidos en la mañana, mientras persistían alertas meteorológicas. Pese a ello, en la noche del lunes se logró reparar dos importantes líneas de 30 kV, lo que permitió recuperar la alimentación del servicio en la localidad de Guichón y al norte de la ciudad de Paysandú.
En la mañana del martes 12 se continuó relevando instalaciones afectadas, retirando peligro (líneas caídas) y recuperando con mayor prioridad las líneas de 30 kV. Frente a ello, UTE dispuso inmediatamente todos los recursos humanos y materiales necesarios para hacer frente a los daños ocasionados por la turbonada. En ese momento se disponía de 180 personas trabajando en el terreno, conformando 20 equipos de trabajo con sus respectivas grúas.
A media mañana del martes había 10.154 servicios aún interrumpidos en el departamento. A partir de la recuperación de líneas e infraestructura de MT se comenzó a identificar los daños en la red de Baja Tensión (BT), que resultaron también muy importantes, lo que determinó que aún reparadas, las líneas de MT no pudieran ser energizadas inmediatamente.
Se confirmó un gran nivel de destrozos en esta red, estimándose que el equivalente a unos 300 km de línea estaban afectados, ya sea a nivel de columnas y postes como de tensado, sistemas de medición, etc.
Dos días después de ocurrida la turbonada UTE había logrado restablecer el 78% de los servicios. Para el jueves se había alcanzado un nivel de reposición del 86,2% en relación a los 29.500 originalmente interrumpidos el lunes 11. Persistían a las 7 hs del jueves 3.750 interrupciones. Por otra parte, se constató en el correr de ese día que la cantidad de postes de MT tensión caídos era de 220, además de 216 columnas de BT.
El día jueves se trabajó en campo con 27 cuadrillas equipadas con camión-grúa, camiones, retroexcavadoras, empleando 300 personas en la tarea, para lo cual se debieron desplazar recursos desde otras zonas del país, incluyendo el personal de CMD, personal comercial, controladores de contrato, brigadas, relevadores, mesa de mantenimiento, abastecimiento y servicios, etc).
Al día de hoy, viernes 15, permanecen sin servicio 1.513 clientes, lo que representa un 2% de los afectados originalmente. Se continúa trabajando ininterrumpidamente, estimándose que para el día de mañana sábado quedarán pendientes unos 500 suministros que se irán reponiendo paulatinamente.
Cabe resaltar que desde las primeras horas del lunes el Directorio de UTE siguió de cerca la situación, acompañando presencialmente el desarrollo de los trabajos.
UTE agradece a los clientes afectados por su comprensión y reitera su compromiso de lograr, en el plazo más breve posible, la reposición de la totalidad de los servicios aún pendientes.
COMUNICACIÓN CORPORATIVA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL