El verano nos invita a abrir las ventanas, compartir más tiempo al aire libre y disfrutar de los días largos y luminosos. También es una época en la que el consumo eléctrico puede aumentar al buscar estar más frescos dentro de nuestro hogar. Por eso, queremos darte algunas recomendaciones prácticas y fáciles de aplicar, para que disfrutes de un verano más eficiente, sin resignar comodidad ni gastar de más.
Climatización inteligente
El aire acondicionado es la forma más eficaz de refrigerar los ambientes, pero su rendimiento depende de cómo lo usemos. Ajustarlo a 24°C en modo frío es la opción más conveniente: mejora el funcionamiento del equipo, evita un desgaste prematuro y reduce el consumo, ya que cada grado por debajo implica alrededor de un 5% más de demanda de energía. Recordá que, en verano, dirigir el flujo hacia arriba favorece una distribución pareja de la temperatura.
Si estás evaluando la compra de un nuevo aire acondicionado, priorizá modelos Clase A o Inverter, que consumen menos y permiten un uso más eficiente cuando permanecen encendidos muchas horas. Son la opción ideal para quienes aprovechan los beneficios de tarifas horarias como el Plan Inteligente Hogares.
Mantener los filtros limpios —al menos dos veces al año— y asegurarse de que las puertas y ventanas cierren correctamente, con burletes en buen estado, permite conservar el frío y evita esfuerzo adicional del equipo. En habitaciones con ventanas expuestas al sol, las cortinas, rollers o películas solares ayudan a reducir el ingreso de calor.
La ventilación nocturna es una excelente aliada: abrir ventanas después del atardecer permite renovar el aire sin consumo energético.
Uso eficiente de heladera y freezer
En verano estos equipos trabajan con mayor intensidad, y un uso adecuado puede marcar la diferencia:
• Evitá abrir la puerta con frecuencia o durante mucho tiempo.
• Confirmá que los burletes sellen bien.
• Guardá los alimentos cuando ya no estén calientes.
• Si no tiene sistema de descongelado automático, evitá la acumulación de hielo, porque aumenta el consumo.
Lavado y secado
En verano, lavar con carga completa y programas cortos con agua fría permite ahorrar energía sin perder calidad de lavado.
Aprovechar el clima y secar la ropa al aire libre es la alternativa más eficiente y amigable con tus prendas.
Si te vas de vacaciones
Cuidar la energía no significa renunciar al confort: se trata de usarla de forma más inteligente, aplicando pequeños hábitos que, sumados, generan grandes resultados. Cada decisión cotidiana —elegir electrodomésticos eficientes, aprovechar mejor la climatización, desconectar lo que no se usa— contribuye a un hogar más confortable, económico y sostenible.
Te invitamos a poner en práctica estas recomendaciones, compartirlas y seguir pendiente de nuestras publicaciones.
Cuando aprendemos y actuamos, todos Avanzamos Con Energía.