El presidente de UTE habló en el cierre del III Encuentro de Inclusión Social de la empresa
El sector eléctrico es “una herramienta fantástica de redistribución” dijo el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, al hablar en el cierre del III Encuentro de Inclusión Social organizado esta semana por la empresa. Al respecto señaló que desde 2010 la tarifa ha bajado promedialmente 18% con relación al costo de vida, pero lo ha hecho 29% para aquellos sectores sociales más vulnerables.
Destacó asimismo la importancia de la política de inclusión que ha desarrollado UTE en coordinación con otros organismos y en el marco de una estrategia de gobierno, y dijo que esta política “llegó para quedarse” y que representa no solo un avance social sino que beneficia económicamente a la empresa porque se reducen pérdidas.
NO ESPERAR AL FUTURO
En el mercado eléctrico, “están cambiando las cosas a una velocidad tal que no podemos esperar a que el futuro llegue, tenemos que construir el futuro, porque si no, la realidad nos va a pasar por arriba”, aseguró.
“La energía es un derecho. Hoy el que tiene energía tiene confort, posibilidades, trabajo, estudio, no podemos concebir la vida sin energía eléctrica”, prosiguió. En ese sentido, dijo que los trabajadores y trabajadoras de UTE “construimos ciudadanía”.
Casaravilla destacó el papel del sector energético como “una herramienta fantástica para redistribuir riqueza. Las tarifas y su evolución respecto al IPC lo muestran: en valor medio, a fin de año las tarifas habrán bajado un 18% con respecto a 2010. Pero las tarifas asociadas a políticas sociales lo habrán hecho en un 29%”.
El titular de UTE remarcó el cambio cultural que supone este proceso de inclusión social. Cambio que también debió encarar UTE internamente, a partir de la creación del Proyecto de Inclusión Social en 2017. “Históricamente UTE ha hecho regularizaciones”, señaló, pero a partir de 2015, cuando se consolidó el equipo de dirección que venía trabajando desde el período anterior, “llegamos a un lugar en el que no hay punto de retorno”.
INVERSIÓN DE U$S 95 MILLONES
“Invertimos en estos años 40 millones de dólares. Vamos a terminar con 6.000 regularizaciones y la buena noticia es que esto llegó para quedarse, no depende de lo que pase el año que viene. Ya hay un plan que involucra 7.000 regularizaciones anuales para los próximos siete años. 49.000 regularizaciones con una inversión de 95 millones por parte de UTE, de los cuales 14,4 millones ya están presupuestados para el año que viene”.
A esta tarea se le incorporó otra dimensión, aseguró Casaravilla: las instalaciones interiores. “Nos dimos cuenta que llegamos a casas que tienen heladeras que no tienen puerta. Por eso hicimos un plan piloto para entregar heladeras en condiciones y eficientes”. El plan de inclusión incorpora ahora el trabajo en el interior de las casas regularizadas, para que las instalaciones tengan las condiciones de calidad y seguridad necesarias. “Tenemos en el plan 8.000 regularizaciones interiores”, señaló, y agregó que una política de inclusión implica “armonizar los temas: no es solo energía eléctrica, es vivienda, es infraestructura, es transporte”.
Esta política no solo beneficia a quienes se integran formalmente al sistema, sino que favorece económicamente a UTE, aseguró su presidente. “Antes se hablaba de reducción de pérdidas, ahora hablamos de inclusión, lo que también tiene un resultado económico favorable para la empresa. Ganamos plata, es una inversión rentable a la vez que generamos inclusión, ciudadanía”.
CORRESPONSABILIDAD
Citando al historiador Gerardo Caetano, quien participó como invitado en el acto de cierre, Casaravilla se refirió también a las obligaciones que adquieren quienes acceden al servicio regular de energía eléctrica y recordó al respecto la pregunta de una vecina: “¿Si la energía es un derecho, por qué la cobran?” El presidente de UTE reflexionó: “El precio de la energía es un límite que hay que poner para cuidarla. Está bien que cueste, lo que hay que buscar es el punto de equilibrio para que no se malgaste. Pero cuando estamos en un contexto en que la gente tiene que elegir entre calefaccionarse o comer, tenemos que buscarle una vuelta. Nos tenemos que meter en las casas y diseñar una política tarifaria de corresponsabilidad: un pago asociado con las necesidades y las posibilidades”.
Finalmente, Casaravilla recordó que “UTE ha sido solo el brazo ejecutor de una política energética. Hay un concierto nacional en torno a este tema” y realizó un reconocimiento a a Nancy Denicolay, durante muchos años jefa de Atención Comercial Social de UTE, que se jubiló recientemente, y en ella “a todos quienes conforman el equipo que ha posibilitado estos avances”.